Buenas y Rotas: Nacer, vivir, amar...junto a ti

Hace tiempo que buscaba una persona como tú. Buscaba, pero no te encontraba. Viví tiempos de tristeza, angustia, agonía y desilusión, y ahora que te he encontrado, todo a tu lado es más fácil. Me has hecho amar como nunca antes había amado, incluso pensando que ya lo había sentido. Me has hecho ver el mundo con otros ojos, los ojos de la persona más hermosa que he conocido. Me has hecho volar, hasta el infinito y mucho más allá. Me has hecho dibujar tu sonrisa en el cielo todas las noches, y hacer de la mía algo especial. A tu lado me he sentido querido, querido de verdad. No querría perderte, porque eso supondría un gran mal para mí, ya que nunca encontraré a nadie como tú. Eres único, maravilloso y perfecto para mí.
Contigo he podido ser yo mismo, y he sido quien nunca creí llegar a ser. He sido libre, sobretodo en el ámbito de lo público. Te he podido demostrar lo mucho que te amo sin vendas, vergüenza ni ataduras. Porque contigo me siento mucho mejor de lo que me he sentido en los últimos años. Me has sabido aceptar a pesar de mis nervios y mi poca paciencia. Has estado ahí durante todo este proceso de cambios bruscos en mi vida, apoyándome, diciéndome que todo puede ir bien, y que puedo conseguir lo que quiera. Te echo de menos en la noche y en el día, en cada minuto y a cada segundo. A veces me pregunto si de verdad soy el único, ya que todo lo nuestro me parece tan bueno que podría estropearse fácilmente, y que sólo pueda ser un simple sueño. Me encanta tu voz, tu sonrisa, tus labios, tu cuerpo, tu forma de ser, tu forma de enfrentarte a la vida. Me encanta cuando me hablas, cuando me susurras, me besas, me abrazas, me acaricias y te me acurrucas, haciéndome viajar al instante a otro mundo, donde sólo estamos tú y yo. Ahora mismo echo de menos tu forma de vivir, tu risa, tu cuerpo y el mío entrelazados en el colchón, tu voz, tu dulzura, tu cariño y tu niñez. Contigo vuelvo a ser un niño, soñando e imaginándome una vida perfecta, donde nada ni nadie pueda pararme ni pueda arruinar mi felicidad, y cuando estamos sólo tú y yo, ese mundo aparece sin ataduras, delante de mis ojos, y en el mismo instante que nuestras miradas se cruzan entro sin dudar a vivir esa experiencia que tanto buscan durante toda su vida, la experiencia de amar.
Siempre te apoyaré y te respetaré, día y noche, festivo o laboral, con el pie izquierdo o con el derecho, porque siempre estarás ahí, de cualquier forma, desde cualquier punto, más o menos, más fuerte o más suave.
Te amo mi vida, y sin duda eres la primera persona que me ha hecho sentir que soy perfecto para alguien..